Abigeato en las cercanías de Río Gallegos
Dos hombres fueron detenidos en la zona de la Estancia Kilik-Aike Sud, a poco mas de 20 kilómetros al norte de
Río Gallegos sobre la ruta Nacional 3, con dos terneros faenados, un rifle calibre 22, cuchillos, chairas, celulares, y una manta ensangrentada encontrada en el baúl de su vehículo.
Un hallazgo sospechoso
El incidente comenzó cuando efectivos de la División Unidad Operativa Güer Aike, en camino al Destacamento por el cambio de turno, notaron un Ford Fiesta negro estacionado en la banquina con las luces apagadas. Al percatarse de la presencia policial, el vehículo arrancó rápidamente y se retiró por la ruta.
Aunque los policías dejaron pasar el auto en ese momento, notificaron a sus compañeros de la comisaría. Una hora más tarde, el mismo vehículo fue encontrado estacionado nuevamente en el lugar, lo que despertó sospechas.
Escena del delito
Al abordar al conductor, este mostró señales de nerviosismo. Mientras los agentes procedían a interrogarlo, un segundo hombre apareció corriendo desde el otro lado del alambrado. A pocos metros de allí, los efectivos hallaron un ternero muerto, con heridas de bala y parcialmente despostado. Poco después, encontraron un segundo vacuno en idénticas condiciones.
En el interior del auto, además de la manta ensangrentada y los cuchillos de carnicero, los oficiales descubrieron que los asientos estaban manchados de sangre, lo que llevó a sospechar que este no era el primer delito de esta índole cometido por los detenidos.
Los implicados y las investigaciones
Los hombres, identificados como N. Pardo (32 años) y J. Vega (29 años), aseguraron trabajar en un frigorífico local. Además, durante el procedimiento, los cuatro celulares que llevaban no dejaron de sonar, lo que podría aportar más pistas sobre el caso.
El operativo policial, que se extendió hasta las 4:30 a. m., dejó bajo custodia el vehículo y a los detenidos en la comisaría de Güer Aike. Esta mañana, personal del Departamento de Operaciones Rurales (DOR) continuaba trabajando en la escena para determinar si existen otros animales faenados en el área.
El hecho destaca la efectividad de la labor policial y plantea interrogantes sobre posibles redes de faena clandestina en la región.
